El texto original fue publicado en MECC del 19 de septiembre de 2020. Traducción y publicación por Maronitas.org con la autorización expresa y cortesía de The Middle East Council of Churches.
Breve descripción
Ha pasado más de un mes desde la terrible explosión, y el país sigue agonizando para saber la verdad. Se enviaron equipos de investigación locales e internacionales al lugar para descubrir la verdadera razón del incidente y hasta el momento no se ha revelado nada. Hasta ahora, se ha considerado un "accidente" en el que un material no tan fácilmente inflamable fue misteriosamente incendiado. Para hacer las cosas aún más desconcertantes, y 40 días después de la explosión, se produjo un incendio en el puerto, que quemó una parte de las existencias de paquetes de alimentos del CICR [1]. Sin saltar a las teorías de conspiración, en las que participan los principales actores de la región, se puede señalar fácilmente lo absurdo de la situación. Cerca de 200 vidas han perecido, 300.000 mil personas se han quedado sin hogar, y millones de dólares en daños a la propiedad, y todavía no se ha revelado nada. A pesar de las numerosas acusaciones de corrupción contra los que dirigen el puerto de Beirut, ninguno de ellos ha sido encarcelado, por temor a una importante reacción política. En resumen, tal vez la verdad esté ahí fuera, pero se está ocultando para preservar la frágil paz en el Líbano.
Sin embargo, no es el momento de la conveniencia política ya que el país se está deteriorando gravemente y los corruptos siguen sin ser controlados. La explosión no sólo es una catástrofe, sino también un símbolo de la negligencia y el laxismo que el país ha estado enfrentando por más de 25 años. Por lo tanto, lo que el país necesita es hacer responsable a alguien de los estragos que se produjeron. ¿Quién sabe qué otras bombas de tiempo existen en el Líbano?
Arche Nova, una ONG alemana, distribuyendo 1000 kits a los afectados en Karantina, 8 de septiembre de 2020, crédito de la foto del sitio web de Arche Nova
Ayuda humanitaria
Afortunadamente, las ONG locales e internacionales continuaron durante todo el mes de septiembre ayudando a los afectados. Al 10 de septiembre se había determinado que más de 1.600 personas necesitaban atención específica y su situación se había remitido a programas financiados por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otros organismos que ofrecían: salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS); apoyo individual; asistencia de emergencia en efectivo (ECA); servicios para personas con necesidades específicas, como las personas con discapacidad; servicios de rehabilitación individual; y asistencia jurídica. Además, el ACNUR y sus asociados han suministrado 6, 554 equipos para atender a las necesidades inmediatas y urgentes. El organismo de las Naciones Unidas también tiene previsto distribuir dinero en efectivo entre 600 y 4, 500 dólares de los EE.UU. a 15, 600 hogares, en función de las necesidades inmediatas [2]. Del mismo modo, la ONG Arche Nova distribuyó 1, 000 paquetes de higiene en el distrito de Karantina, como parte de su ayuda de emergencia después de la explosión [3].
También llegaron otras contribuciones al Líbano. En la actualidad, el Proyecto HOPE, en coordinación con la Fundación René Moawad, está distribuyendo 5, 000 botiquines para casos de desastre [4]. Además, el Gobierno de Grecia envió más de 500 paletas con cientos de toneladas de artículos de primera necesidad, alimentos, medicamentos, productos médicos y materiales de construcción [5].
[1] OCHA, Sept 10, 2020, mhttps://reliefweb.int/report/lebanon/icrc-stock-caught-beirut-port-fire
[2] OCHA, Sept. 14, 2020, https://reliefweb.int/report/lebanon/unhcr-flash-update-lebanon-beirut-port-explosions-11-september-2020
[3] Arche Nova, September 8, 2020, https://arche-nova.org/en/news/help-women-beirut
[4] http://www.projecthope.org/
[5] OCHA, Sept. 12, 2020, https://reliefweb.int/report/lebanon/announcement-dispatch-humanitarian-aid-lebanon-11-september-2020
