Para una investigación internacional transparente sobre el bombardeo del puerto de Beirut y por la justicia y el apoyo a los libaneses
El texto original fue publicado en MECC del 4 de septiembre de 2020. Traducción y publicación por Maronitas.org con la autorización expresa y cortesía de The Middle East Council of Churches.
Foto: Rescatista del 4 de agosto
En el lapso de un mes después de la catástrofe de la explosión de Beirut, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Alianza ACT y el Consejo de Iglesias del Oriente Medio (MECC) presentaron sus condolencias a todos los libaneses que perdieron a sus seres queridos en la catastrófica explosión que se produjo en el corazón de Beirut el 4 de agosto de 2020. Declararon su solidaridad con los afligidos, los heridos, los desplazados y los que sufren.
La declaración firmada por el Secretario General de la Alianza ACT, M. Rudelmar Bueno de Faria, el Secretario General interino del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Dr. Ioan Sauca, y el Secretario General del Consejo de Iglesias de Oriente Medio, Dr. Souraya Bechealany, comenzaba así:
En nombre de la comunidad ecuménica internacional, la Alianza ACT hace un llamamiento como parte de la respuesta humanitaria internacional a este desastre, y nos unimos al llamamiento a la comunidad internacional para que se establezca un mecanismo humanitario global de coordinación y colaboración con la sociedad civil libanesa.
Reconocemos y levantamos las rápidas y eficaces medidas adoptadas por la sociedad civil libanesa para responder y aliviar el sufrimiento de los afectados. La respuesta de la sociedad civil al desastre es un importante signo de esperanza, que fortalece la capacidad de la población para superar esta enorme crisis y restablecer la esperanza de la sociedad en el futuro de la nación.
La Declaración también añade:
Juntos, la Alianza ACT del CMI y el MECC destacan los siguientes elementos como cruciales para una recuperación sostenible:
1. Debe haber una verdadera rendición de cuentas por este desastre, a través de una investigación independiente. Pedimos a la comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas, que garantice que las causas de este desastre se investiguen y se establezcan mediante un proceso independiente y creíble, que los responsables sean llevados ante la justicia y que se evite la impunidad.
2. Si bien la asistencia humanitaria inmediata es esencial y fundamental, garantizar la capacidad de recuperación a largo plazo es crucial para la recuperación sostenible del Líbano de las múltiples conmociones, reuniendo los componentes humanitarios, de desarrollo y de paz y seguridad humana en un enfoque sistémico amplio. La explosión y sus consecuencias agravan una profunda crisis económica y social preexistente, en la que el 50% de los libaneses viven por debajo del umbral de pobreza y 400.000 personas sufren desplazamientos. Se requiere un compromiso amplio, detallado y sostenido para garantizar un efecto positivo duradero.
3. El CMI, la Alianza ACT y el MECC se suman al llamamiento a todos sus miembros y asociados para que apliquen sus recursos –humanos, financieros, de comunicación/técnicos y espirituales– a fin de apoyar al pueblo libanés a superar esta profunda crisis.
4. El CMI y la Alianza ACT afirman y apoyan la función y la respuesta del Consejo de Iglesias de Oriente Medio, el llamamiento de ACT para el Líbano y todas las iniciativas que las organizaciones religiosas y las iglesias emprenden para responder no sólo a las necesidades humanitarias del pueblo libanés sino también a las necesidades espirituales mediante intervenciones de curación de traumas y asesoramiento
La declaración conjunta concluyó:
Este es un momento existencial crítico e histórico para el Líbano –un refugio para la diversidad religiosa y social en Oriente Medio– y, como tal, a todos nos preocupa y se nos pide que ayudemos a garantizar la supervivencia del Líbano. Con todas las tragedias y desafíos de su pasado y su presente, el Líbano se erige como un signo y símbolo de la convivencia en la diversidad. El pueblo del Líbano merece nuestro apoyo para sobrevivir y perdurar y para recuperar la esperanza en su futuro.
Aquí el texto completo:
Beirut 4 de septiembre de 2020
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Alianza ACT y el Consejo de Iglesias de Oriente Medio (MECC) presentan sus condolencias a todos los libaneses que perdieron a sus seres queridos en la catastrófica explosión que se produjo en el corazón de Beirut el 4 de agosto de 2020. Nos solidarizamos con los afligidos, los heridos, los desplazados y los que sufren.
En nombre de la comunidad ecuménica internacional, la Alianza ACT lanza un llamamiento como parte de la respuesta humanitaria internacional a este desastre, y nos unimos al llamamiento a la comunidad internacional para que se establezca un mecanismo humanitario global de coordinación y colaboración con la sociedad civil libanesa.
Reconocemos y levantamos las rápidas y eficaces medidas adoptadas por la sociedad civil libanesa para responder y aliviar el sufrimiento de los afectados. La respuesta de la sociedad civil al desastre es un importante signo de esperanza, que fortalece la capacidad de la población para superar esta enorme crisis y restablecer la esperanza de la sociedad en el futuro de la nación.
Juntos, la Alianza ACT del CMI y el MECC destacan los siguientes elementos como cruciales para una recuperación sostenible:
1. Debe haber una verdadera rendición de cuentas por este desastre, a través de una investigación independiente. Pedimos a la comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas, que garantice que las causas de este desastre se investiguen y se establezcan mediante un proceso independiente creíble, que los responsables sean llevados ante la justicia y que se evite la impunidad.
2. Si bien la asistencia humanitaria inmediata es esencial y fundamental, garantizar la capacidad de recuperación a largo plazo es crucial para la recuperación sostenible del Líbano de las múltiples conmociones, reuniendo los componentes humanitarios, de desarrollo y de paz y seguridad humana en un enfoque sistémico amplio. La explosión y sus consecuencias agravan una profunda crisis económica y social preexistente, en la que el 50% de los libaneses viven por debajo del umbral de pobreza y 400.000 personas sufren desplazamientos. Se requiere un compromiso amplio, detallado y sostenido para garantizar un efecto positivo duradero.
3. El CMI, la Alianza ACT y el MECC se suman al llamamiento a todos sus miembros y asociados para que apliquen sus recursos –humanos, financieros, de comunicación/técnicos y espirituales– a fin de apoyar al pueblo libanés a superar esta profunda crisis.
4. El CMI y la Alianza ACT afirman y apoyan el papel y la respuesta del Consejo de Iglesias de Oriente Medio, el llamamiento de ACT Líbano y todas las iniciativas que las organizaciones religiosas y las iglesias toman para responder no sólo a las necesidades humanitarias del pueblo libanés sino también a las necesidades espirituales mediante intervenciones de curación de traumas y asesoramiento.
Este es un momento existencial crítico e histórico para el Líbano –un refugio para la diversidad religiosa y social en el Oriente Medio– y como tal, todos estamos preocupados y llamados a ayudar a asegurar la supervivencia del Líbano. Con todas las tragedias y desafíos de su pasado y presente, el Líbano se erige como un signo y símbolo de la convivencia en la diversidad. El pueblo del Líbano merece nuestro apoyo para sobrevivir y perdurar, y para recuperar la esperanza en su futuro.
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