El Papa Alejandro I fue el primer hombre en elegir el nombre de Alejandro como líder de la Iglesia Católica y el sexto hombre elegido para este puesto. También conocido como San Alejandro I, reinó durante unos ocho años y fue enterrado en Alemania.

Nació en Roma, Italia en el Imperio Romano alrededor de 75. Los expertos creen que tenía alrededor de 30 cuando fue elegido para gobernar la Iglesia, lo que lo convertiría en uno de los hombres más jóvenes elevados al papado en el tiempo.

Como Papa, Alejandro I era conocido por las bendiciones del agua. Comenzó a mezclar pequeñas cantidades de agua con sal y a usar la mezcla mientras bendecía las casas de sus seguidores. La idea era que esta mezcla junto con las palabras del Papa bendeciría el edificio y lo mantendría a salvo de factores malignos. También mezclaba el vino sacramental con agua para bendiciones. Algunos expertos creen hoy en día que se trataba de una leyenda que se le atribuía y no algo que él realmente hizo.

Durante sus últimos años, Alejandro I permaneció activo en la Iglesia. Cuando Adriano tomó el control del Imperio Romano, Alejandro I se reunió con el hombre y lo convirtió a la Iglesia Católica. Esto también conduciría a la conversión de las 1.500 personas de la comunidad del hombre. Alejandro I creía que convertirlos a la fe católica los ayudaría en la vida y después de que lo hicieran.

Alejandro I fue uno de los primeros mártires asociados con la Iglesia Católica. En ese momento, hubo conflictos en Roma y algunas personas ya no siguieron sus enseñanzas. Algunos de esos hombres capturaron al Papa mientras viajaba por la Via Nomentana, que era un antiguo camino que atravesaba Italia. Lo trasladaron a la cárcel y lo mantuvieron allí después de que lo declararon culpable. Durante su tiempo en prisión, el Papa convirtió a algunos de sus compañeros de prisión que luego serían conocidos como los Mártires de Ostia. Hay una leyenda que dice que él también convirtió a su carcelero.

El Papa Alejandro I murió decapitado el 3 de mayo. Aunque la Iglesia no está segura de cuándo sucedió, creen que probablemente ocurrió entre 113 y 119. El cuerpo del Papa también fue quemado, pero los historiadores no saben si sucedió antes o después de la decapitación. Tres mártires fueron enterrados juntos en un lugar cerca de la carretera donde una vez estuvo la prisión. Uno de los hombres sepultados tenía el nombre de Alejandro I. Los historiadores ahora piensan que se trataba de otro hombre con el mismo nombre. Las reliquias que dejó el Papa fueron enviadas a una iglesia en Baviera, Alemania en 834, incluidos algunos de sus restos.