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SINAXARIÓN

DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA

f | Junio 22

SAN EUSEBIO (HAWSHAB) (s IV) | SANTO TOMÁS MORO, MÁRTIR

san dimas el buen ladrón

Este santo nació en la ciudad de Samisat, situada a orillas del río Éufrates. Creció practicando virtudes y adquiriendo conocimientos. En el año 311 fue nombrado obispo de Samisat, su ciudad.

Cuando Melecio se sentó en la silla patriarcal, declaró abiertamente su fe católica en su discurso. Los arrianos estaban furiosos. Se quejaron de su asunto al rey Vicente, por lo que el rey le envió a uno de sus asistentes y le pidió que le entregara el instrumento según la orden del rey. El obispo le respondió

"No puedo entregar a un particular una decisión que me ha confiado un consejo jurídico." El rey se enojó por esta respuesta y envió su mensajero, acompañado de una carta fuertemente redactada, al obispo amenazando con interrumpir su juramento si no entregaba el instrumento. Cuando el santo obispo leyó la carta, extendió sus dos manos y dijo al apóstol: "Estas son mis manos, así que córtalas. No te entrego un depósito que me confiaron los padres del Sínodo Patriarcal". Continuó gobernando su diócesis con incansable celo apostólico, como un buen pastor que da su vida por las ovejas para protegerlas de los males de los lobos del arrianismo.

Cuando el rey y los sacerdotes arrianos exiliaron a algunos de los pastores de Siria, Fenicia y Palestina, Eusebio se levantó para luchar por la fe contra la repugnancia del arrianismo. Se disfrazó de soldado y comenzó a recorrer el país, devolviendo al redil a los creyentes perdidos, guiándolos y animándolos.

Así que el rey emitió una orden en el año 373 para expulsar al patriarca de su asiento y exiliarlo al lejano país de Tracia. Cuando se enteró del asunto injusto, se sometió, pero llamó en secreto al mensajero del rey y le dijo:

Cuidado, la gente de la ciudad te conoce. De lo contrario, usted se expondrá al peligro y al pueblo a la revolución". Luego hizo la oración de la noche con su clero y se escabulló en secreto con un servidor de confianza. Cuando el pueblo se enteró del destierro de su pastor, se enojaron, y muchos de ellos lo siguieron, lo alcanzaron en el Éufrates y comenzaron a instarlo a que regresara. Él los convenció de que volvieran y se fue al destierro.

Cuando Dios se vengó del rey y del pueblo y sentó en el trono a Graiano en el año 375, que era un hombre virtuoso y sabio, devolvió a sus tronos a los obispos exiliados. El santo volvió a su asiento, y el pueblo lo recibió con suma alegría. Un día estaba de paso por la ciudad una mujer arriana le arrojó una teja golpeándole la cabeza y murió en el año 380.

El historiador Naudorus dijo de él: "Así es como Eusebio el Grande pasó una vida llena de santidad, tremendos esfuerzos y hazañas gloriosas. Escapó de la espada de los bárbaros en Tracia, pero fue víctima de la ferocidad de los herejes, pero el horror de su trabajo lo coronó con la corona del martirio."

Que sus oraciones estén con nosotros. Amén.

Fuente: maronitas.org
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SANTO TOMÁS MORO

Grande era su reputación de hombre recto y jovial, juez justo, culto y estimado por los humanistas europeos, tanto que Erasmo de Rotterdam le dedicó su "Elogio de la locura". Fue muy amado por el pueblo por su caridad, y también muy conocido por su sentido del humor y su fino intelecto, como se evidencia en sus obras y su vida. Pero Tomás Moro era, ante todo, un hombre de fe. Hijo de un abogado, nació en Londres en 1478. En su vida privada visitaba con frecuencia a los franciscanos de Greenwich y pasó un período en la Cartuja de Londres. Su primer matrimonio fue con Jane Colt de quien tuvo 4 hijos y luego, quedando viudo, se casó con Alice Middleton. Fiel esposo y buen padre, se dedicó a la educación intelectual y religiosa de sus hijos, en su casa siempre abierta a los amigos.

Una estrella en continuo ascenso
En su vida pública lo vemos trabajando como miembro del Parlamento y ocupando varios puestos diplomáticos. En 1516 escribió su obra más conocida, "La Utopía". Enseguida fue juez, presidente de la Cámara de los Comunes y como consejero y secretario del rey, luchó contra la Reforma Protestante. Contribuyó a la redacción de "La defensa de los siete sacramentos", obra que le había valido a Enrique VIII el título de Defensor de la fe. Su ascenso fue veloz e incomparable hasta llegar a la cima. De hecho fue el primer laico en ser nombrado Gran Canciller. Estamos en 1529. En este turbulento contexto politico y religioso, sólo unos pocos años después, en 1532, su vida cambiará de manera decisiva. Tomás sintió que debía renunciar a sus encargos políticos y entonces iniciará otra vida, pero esta vez de pobreza y de abandono para él y su familia.

Muero como fiel servidor del rey, pero primero como servidor de Dios
Su historia está entrelazada con la vida del Rey Enrique VIII, quien, habiendo decidido casarse con Ana Bolena, obligó al Arzobispo Thomas Cranmer a que declarase nulo su matrimonio con Catalina de Aragón y luego, en una escalada de oposición al Papa Clemente VII, se autoproclamó como el Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra. En 1534 el parlamento ratificó la decisiòn del rey con el Acta de Supremacía y el Acta de Sucesión. No obstante que Tomás ya se había retirado del mundo político, en tal situaciòn tan crítica, confirmó valientemente su lealtad al Papa y por eso, en 1534 fue encarcelado en la Torre de Londres, pero esto no fue suficiente para hacerlo retractar. Su "línea defensiva", que era la del silencio, no fue suficiente para salvar su vida. Fue sometido a un juicio, en el curso del cual pronunció una famosa defensa sobre la indisolubilidad del matrimonio, sobre el respeto del patrimonio jurídico inspirado en los valores cristianos y acerca de la libertad de la Iglesia ante el Estado. Fue injustamente condenado por alta traición y decapitado el 6 de julio, pocos días después de que Juan Fisher, del que era un gran amigo, fuera también condenado por las mismas ideas. Por eso, la Iglesia los recuerda a los dos juntos el 22 de junio. Santo Tomás Moro fue un hombre muy apasionado por la verdad y en el discurso de Benedicto XVI en Westminster Hall leemos: "Quisiera recordar la figura de Santo Tomás Moro, el gran erudito inglés y hombre de Estado, quien es admirado por creyentes y no creyentes por la integridad con la que fue fiel a su conciencia, incluso a costa de contrariar al soberano de quien era un “buen servidor”, pues eligió servir primero a Dios".

Fuente: Vatican News





Otros Santos para hoy

SAN PAULINO DE NOLA, OBISPO (353-431)

san dimas el buen ladrón

Memoria de san Paulino de Nola en la liturgia Maronita el 21 de Junio (nota: el calendario litúrgico de la iglesia latina lo celebra el 22 de junio).

San Paulino de Nola nace: 353 en Burdeos, Francia.

Su padre era gobernador de familia muy rica. Tuvo como maestros a los mas famosos literatos de su época. Llegó a ser un reconocido abogado con importantes cargos públicos en el Imperio Romano, por lo que viajó extensivamente. Todos le admiraban por su educación y su trato. En Milán se hizo amigo de San Ambrosio y San Agustín. Mantuvo correspondencia con San Jerónimo. Recibió el bautismo de su amigo San Delfín, obispo de Burdeos.

Se retiró a España donde se casó con Teresa. Tras la muerte de su único hijo cuando este tenía ocho días de nacido, el matrimonio decidió repartir sus riquezas entre los pobres y vivir como hermanos.

En la Navidad del 393, el pueblo pidió al Obispo de Barcelona que ordenase a Paulino sacerdote.

Paulino y Teresa se fueron a vivir a Nola, Italia. Allí junto a la tumba de San Félix construyeron su casa donde vivían austeramente en oración y se dedicaban a la ayuda de los pobres.

En el 409, al morir el obispo de Nola, el pueblo aclamó a Paulino como obispo. Fué un pastor ejemplar por 21 años, hasta su muerte.

Sostuvo una extensa evangelización por correo. De el se conservas 50 cartas. También escribía bellas poesías. Conocido también por su poder contra los demonios.

En el año 410 Nola fue invadida por los vándalos del rey Gensérico. Se llevaron muchos esclavos, entre ellos al hijo único de una pobre viuda. Paulino se ofreció de esclavo en lugar de aquel joven. Pero aquellos invasores tuvieron un cambio de corazón y devolvieron libres al obispo Paulino y a los demás prisioneros.

Murió San Paulino el 22 de Junio de 431, a los 74 años de edad y fue sepultado en la iglesia de San Félix.
Su cuerpo fue trasladado a Roma donde es venerado en la Iglesia de San Bartolomé, en la isla del Tiber, junto con el Apóstol.

Otros santos escribieron sobre sus virtudes de obispo modelo, entre ellos San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio de Tours.

Según San Francisco de Sales, doctor de la amabilidad, San Paulino vivía un octavo sacramento que consistía en ser exquisitamente amable y bien educado con todos.

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