SINAXARIÓN
DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA
k | Noviembre 07
SAN JARON (TB. YARÓN) Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES (♰ 303)
Estos treinta y tres mártires eran de la ciudad de Malatya en la Menor Armenia. La historia sólo nos menciona tres de ellos: Yarón, Nicenderus y Hezicus. Lisias, el gobernador de Malatya, los arrestó y los aduló para que se postraran ante los ídolos y no creyeran en Cristo. Gritaron a una sola voz que Cristo es el Dios verdadero, el Creador del cielo y de la tierra, entonces ¿cómo podemos no creer en Él?
Entonces el gobernador ordenó que los azotaran violentamente, pero tuvieron paciencia. Entonces los metieron en prisión, donde soportaron dolores y penas por amor a quienes sufrieron y murieron por ellos. Luego los sacaron y los azotaron.
Luego los sacaron y los azotaron nuevamente, esperando que se sometieran a las órdenes del rey, pero no lograron su objetivo, entonces el gobernador ordenó, que los decapitaran a ellos y a sus treinta compañeros. Todos ellos ganaron la corona del martirio en el año 303.
Sus oraciones están con nosotros. Amén.
Fuente: maronitas.org
Otros Santos para hoy
SAN ERNESTO, MÁRTIR (♰ 1147)
El joven Ernesto, muerto en el año 1147, vivió de lleno en la época de la primera cruzada (1099).
Fue ella la que permitió abrir nuevos caminos para los Lugares santos a todos los peregrinos.
Y además, permitió la fundación de cuatro pequeños estados cristianos en tierras del Islám: Jerusalén, Antioquía, Edesa y Trípoli.Sin embargo, desde 1144, la caída de Edesa mostró que los musulmanes podían volver a coger lo que los franceses les habían arrebatado anteriormente, incluida Jerusalén.
Esto dio lugar a la segunda cruzada (1147-1149).
Se sabe por la historia que fue un desatino.
De los 200.000 hombres y mujeres que partieron para el Oriente, volvieron sólo algunos miles.
Ernesto de Steisslingen fue uno de ellos. En su juventud entró de monje en la abadía de Zwiefalten, que da al bello lago de Constanza.
Lo eligieron abad durante cinco años para dirigir humana y espiritualmente a los sesenta y dos monjes que la habitaban.
Al término de su mandato, se marchó de nuevo a la cruzada con el ejército alemán, comandado por el emperador Conrado III.
Cuando se despidió de sus hermanos religiosos, les dijo:"Creo que no volveré a veros en esta tierra, pues Dios me concederá que vierta mi sangre por él. Poco importa la muerte que me reserva, si me permite sufrir por el amor de Cristo".
Sus predicciones se cumplieron. Y desde entonces no se supo nunca cómo y dónde murió.