Fue una importante ciudad de la histórica región de Siria, fundada en el año ca. 300 a.C. por Seleuco I Nicator “el vencedor” (ca. 358-281 a.C.), quien la llamó Antioquía en honor de su padre Antíoco de Oréstide (en griego: Αντίοχος | fl. 359-336 a.C). Estaba situada en en el margen oriental del río Orontes a la faldas del monte Silpius. Actualmente es Antakia, la capital de la provincia de Hatay en Turquía.

En esta ciudad fue donde por primera vez se les llamó cristianos a los discípulos de Cristo (cf. Hch 11, 26) y desde donde nació el adjetivo católica para denominar a la Iglesia del Señor (cf. san Ignacio de Antioquía [† ca. 116] en Smyrn. 8, 2).

Es la sede titular del Patriarcado Maronita. Por razones histórica esta sede también es compartida en los títulos patriarcales de los patriarcas Sirio-Ortodoxos, de los Sirio-Católicos, de los Melquitas Grego-Ortodoxos y de los Melquitas Greco-Católicos.

Por considerarse una sede eclesiástica fundada por san Pedro († ca. 69) los patriarcas maronitas adoptan el nombre de Pedro (árabe: بطرس Boutros | francés: Pierre | italiano: Piero | inglés: Peter) al ser electos como patriarcas. Mientras que los patriarcas sirio-católicos y siro-ortodoxos tiene la costumbre de tomar el nombre de Ignacio en honor de san Ignacio de Antioquía († ca. 116), tercer obispo de esta sede.

Debido a que la jurisdicción eclesiástica de Antioquía abarcaba a toda la provincia romano llamada “Diócesis del Este” (διοίκηση της Ανατολής, dioíkisi tis Anatolís: “administración del Oriente”) el título patriarcal para este sede es la de “Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente”.