Los drusos (دروزي, duruzi | pl. دروز, duruz) son una minoría religiosa monoteísta que remota su origen a finales del siglo X o principios del XI con el sexto califa fatimí en Egipto Huséin al-Hákim bi-Amrillah (996-1021).

Los drusos asentados en el Líbano (tb. en Siria, Jordania e Israel) durante la dominación de los mamelucos (1291-1516) se apoyaron en los maronitas y, junto con los metualis, decidieron –los tres grupos– trabajar unidos siguiendo una misma política para enfrentar las dificultades que les eran comunes a causa de los mamelucos.

Durante la primera centuria de la invasión otomana en el Líbano (1516-1918), jugó un relevante papel para los maronitas el emir druso Fajr-al Din II (1598-1635) perteneciente a la familia Ma’an del Chouf, quien a los 13 años quedó huérfano de padre y su madre lo refugió con los maronitas para protegerlo con ellos.
Profundamente agradecido con los maronitas, este gran emir druso los defendió contra lo otomanos, y le otorgó libertad y total autonomía al patriarca maronita, a quien consideraba como la voz de Dios en su pueblo. Su nobleza y lealtad hacia los maronitas le costó la vida, pues fue acusado de traición y por “negación del Islam y simpatía hacia los cristianos” por el sultán otomano Murad IV (1623-1640), quien lo encarceló en Constantinopla y lo ejecutó, ahí mismo, el 13 de abril de 1635. Fue tan decidida su defensa a los maronitas, y por tanto, a las montañas que lo acogieron, que se ha merecido el distinguido mote de “el primer libanés” o“el primer hombre del Líbano”.

Entra 1840 y 1860 tuvo lugar la masacre de los maronitas por parte de lo otomanos, quienes acusaron a los drusos quienes, por buscar una presencia solida en Líbano, colaboraron con los otomanos. Este cruel episodio lastimó profundamente la relación con los maronitas hasta 1955 cuando el recién electo patriarca Pablo Pedro Meouchi (fl. 1955-1975) tuvo una cercanía con ellos y con toda la comunidad islámica del Líbano y del Miedo Oriente. En 1989, después del acuerdo de Taif logró otro acercamiento importante S.B. Nasrallah Pedro Sfeir (fl. 1986-2011), quien, en el día de su muerte (12 de mayo de 2019) fue descrito por el líder druso Walid Jumblatt (n. en el Chouf en 1949), como: “patriarca de la independencia, de la reconciliación, del amor y de la paz” (Reuters, 2019). Las heridas se van sanando.
Así pues, los maronitas y drusos, aunque han vivido momentos muy tensos y de conflictos severos entre sí, llevan por ahora, entonces una relación distante pero hasta cierto punto armónica y de respeto mutuo. Esta tolerancia interconfesional ha sido unas de las características peculiares que han legado, en la historia, los maronitas en el Líbano al mundo.