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DURMIENTES DE EFESO, LEYENDA DE LOS

Por: Alberto Meouchi-Olivares

Es una leyenda oriental cuyo idioma original del texto ha sido objeto de discusión durante varios años. Algunos estudiosos, como Theodore Nöldeke (en 1886), creían que el original estaba compuesto en siríaco, mientras otros afirmaban que su texto original fue escrito en griego, como Paul Peeters (en 1923). Esta última conjetura es la más probable.

La leyenda cuenta que durante las persecuciones del emperador romano Decio (201-251) siete u ocho jóvenes fueron acusados de seguir el cristianismo (alrededor del año 250). Se les dio algo de tiempo para retractarse de su fe, pero se negaron a inclinarse ante los ídolos romanos. En su lugar, optaron por entregar sus bienes mundanos a los pobres y retirarse a una cueva en la montaña para rezar, donde se quedaron dormidos. El emperador, al ver que su actitud hacia el paganismo no había mejorado, ordenó que se sellara la boca de la cueva para que murieran dentro. Ellos, sin embargo, siguieron durmiendo hasta que, 195 años más tarde (ca. 445), durante el reinado de Teodosio II (408–450), un campesino decidió usar la cueva como guardaganado y, cuál fue su sorpresa, que encontró a un grupo de jóvenes durmiendo dentro de ella. Los despertó pensando que estaban ahí desde hacía pocas horas, mientras que ellos pensaban que habían dormido sólo por una noche, y bajaron a Éfeso para comprar comida, pero al llegar a la ciudad se extrañaron de que los vendedores se sorprendieran de que pagaban con monedas del siglo III de la época de Decio. El obispo fue convocado, pues creían los vendedores que los jóvenes tenían un tesoro escondido de viejas monedas, y los entrevistó y descubrió el milagro, y después de contar el suceso murieron pacíficamente alabando a Dios, y se les dio cristiana sepultura.

Esta leyenda se utilizó para ilustrar la fe en la resurrección de la carne, pues hubo herejes que la negaban, como fue el caso del obispo Teodoro de Egea (fl. 430-450). El despertar de los Durmientes de Éfeso “probó” que Teodoro estaba equivocado.

En Éfeso pronto se desarrolló el culto a los Durmientes de Éfeso, y allí se construyó una iglesia dedicada a ellos, como lo atestigua la narración de un peregrino, Teodosio el Archidiácono en De situ terrae sanctae, entre 518 y 530, y que fue descubierta por una expedición arqueológica alemana en la década de 1930.
Esta leyenda también es reconocida por el Islam, quien la cita en el Corán (18, 8-30).

En lengua aramea la leyenda de los Durmientes de Éfeso es quizás atestiguada por el ms. de San Petersburgo, 4 (s. V), si se acepta la datación que le da al manuscrito Michel van Esbroeck (1934-2003), y luego por Santiago de Sarug (451-521), quien le dedicó una ܡܶܐܡܪܳܐ (memro, homilía métrica) escrita a principios del siglo VI.

La fiesta litúrgica de los Durmientes de Éfeso está indicada en el calendario maronita el 7 de marzo.

Bibliografía:

WITAKOWSKI, Witold, «Sleepers of Ephesus, Legend of the», en BROCK, Sebastian P., BUTTS, Aaron M., KIRAZ, George A., ROMPAY, Lucas van, Gorgias Encyclopedic Dictionary of The Syriac Heritage, Piscataway, NJ, USA: Gorgias Press, 2011.

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Cómo Citar:

Meouchi-Olivares, A. (2019). Diccionario Enciclopedico Maronita. iCharbel-Editorial.

Sitio web: https://www.maronitas.org


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