La Fundación Maronita (nombre original en inglés: The Maronite Foundation in the World) surge ante la preocupación causada por la creciente emigración de cristianos que ha sufrido el Líbano, particularmente a partir de 1975 cuando comenzó la Guerra Civil Libanesa. El Líbano es el único país cristiano del Cercano y Medio Oriente, por lo que juega un papel relevante en la región; papel tan importante que llevó a san Juan Pablo II a afirma que, por su identidad cristiana, “el Líbano es algo más que un país; es un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo tanto para Oriente como para Occidente” (1989).

Fue fundado por un decreto patriarcal el 27 de junio de 2006 y comenzó sus operaciones el 23 de julio de 2008.

La misión de la Fundación Maronita es dar a conocer este problema a los maronitas dispersos por el mundo, teniendo como estratégica el invitarlos y ayudarlos a preservar su identidad y ciudadanía libanesas a fin de facilitar su regreso a sus raíces beneficiándose de los derechos legales y privilegios que la nacionalidad libanesa les confiere en el Líbano.


Sus objetivos son:

a) ayudar a los libaneses en el mundo a recuperar su ciudadanía libanesa;

b) promover los sentimientos de la afiliación maronita y la identidad libanesa entre los maronitas en el mundo;

c) despertar a los maronitas a su herencia y consolidar sus vínculos con sus raíces libanesas y maronitas;

d) presionar al gobierno libanés y al cuerpo legislativo para que tomen las medidas necesarias para promover leyes relacionadas con ayudar a los descendientes libaneses a recuperar su ciudadanía libanesa;

e) ayudar a los maronitas en el mundo a registrar sus eventos vitales (como matrimonios, nacimientos, etc.) para obtener su ciudadanía libanesa e inscribirlos en el registro civil oficial del Líbano;

f) sensibilizar a los maronitas del mundo sobre su participación política, cultural, económica y social en la vida pública libanesa;

g) asegurar la intercomunicación entre la iglesia madre maronita en el Líbano y sus hijos en todo el mundo.


La Fundación está auspiciada por el Patriarcado Maronita, y, aunque su misión es parte de la iglesia no forma parte de su apostolado como tal.

Su sede está en Bkerke, pero tiene la venia de poder cambiar su sede a otro lugar del Líbano o del mundo si así lo considera oportuno la junta de consejo de la Fundación y con la aprobación expresa del Patriarca. Sus oficinas centrales están en el Edificio General Maronita, piso 7, en Beirut –Al Madwar– (Líbano).
La Fundación proporciona los recursos financieros y financia todas las actividades relacionadas con la difusión maronita en todo el mundo para garantizar el cumplimiento de sus objetivos.

Está supervisada y dirigida por una Junta de Fideicomisarios cuyo presidente es asignado personalmente por el Patriarca Maronita. El Patriarca también nombra a sus miembros mediante decreto. Cuenta con un Consejo de Administración que sirve por un período de tres años renovables por decisión patriarcal. El Patriarca, en cualquier momento, tiene el derecho de disolver la Junta de Fideicomisarios y al Consejo de Administración, y reemplazar a sus miembros total o parcialmente antes de que finalice el término de sus funciones si lo considera necesario.

La Junta de Fideicomisarios, compuesta por seis miembros, se reúne cada quince días, y a la reunión asiste el sacerdote o diácono que tiene el nombramiento de capellán de la Fundación Maronita. Por su parte, el Consejo de Administración se reúne al menos una vez cada tres meses.

Cada seis meses, la Junta de Fideicomisarios envía a Su Beatitud un informe detallado sobre la Fundación y el progreso de sus funciones, actividades y relaciones.