El Ayuno de los Ninivitas (ܒܳܥܽܘܬܳܐ ܕܢܺܝܢܘܳܝ̈ܶܐ, bo‘uto d-ninwoye, “súplica de los ninivitas”) es la acción penitencial de preparación para la Gran Cuaresma o ܨܰܘܡܳܐ ܪܰܒܐ (ṣaumo rabo).

En efecto, en todas las antiguas liturgias cristianas hay un período de preparación para el gran ayuno de la Cuaresma, durante el cual los fieles se preparan para la llegada de este importante período en el año litúrgico para que puedan entrar gradualmente en las prácticas ascéticas que habrán de observar hasta Pascua. De ahí que se le denomine también como la Pre-Cuaresma.

Este período preparatorio de la Cuaresma dura tres semanas, y en la liturgia maronita son conocidas como las Tres Semanas de las Conmemoraciones:

1) Semana de la Conmemoración de los Sacerdotes Difuntos.

2) Semana de la Conmemoración de los Justos y Rectos.

3) Semana de la Conmemoración de los Fieles Difuntos.

Los recordatorios de la fragilidad humana, la meditación sobre las últimas cosas y también las oraciones por los muertos son elementos recurrentes en este período litúrgico.

El ayuno, que originalmente duraba las tres semanas se redujo a tres días: lunes, martes y miércoles de la primera de las tres Semanas de las Conmemoraciones. El hecho de que el ayuno se hubiera reducido a tres días fue para simbolizar mejor los tres días que Jonás pasó en la ballena, pues el origen de este ayuno, y su nombre, se debe precisamente a la historia de Jonás y la ballena (cf. Jon 2, 3-11), que Jesucristo relacionó con su resurrección y que se conoce como la Señal de Jonás (cf. Mt 12, 38-41).