

SINAXARIÓN
DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA
a | Enero 16
MEMORIAL DE LAS CADENAS DE SAN PEDRO APÓSTOL (HCH 12, 7)

Se conservan varias reliquias de San Pedro, el príncipe de los apóstoles. Una de ellas tiene un valor impresionante, porque su existencia está rodeada de cantidad de milagros.
Un milagro fue la prodigiosa aparición del Ángel que le quitó las cadenas que lo aprisionaban en la cárcel Mamertina en Roma y lo liberó.
Otro milagro tan importante como ese fue la unión milagrosa de esta cadena con la cadena que lo había aprisionado en el tiempo de su martirio, haciéndose una sola cadena.
Esta unión se produjo en las manos del propio Papa San León Magno.
Pero además, eslabones de la propia cadena la cadena y limaduras de los eslabones, que los Papas fueron regalando, produjeron milagros alrededor del mundo.
La fiesta de las cadenas de San Pedro se festeja el 1 de agosto en la Iglesia Católica.
LOS ENCARCELAMIENTOS DE SAN PEDRO
El apóstol San Pedro fue encarcelado en varias oportunidades.
Una fue en Jerusalén donde fue liberado milagrosamente por un ángel, lo que se cuenta en Hechos de los Apóstoles 5.
Y otras fueron en la carcel Mamertina de Roma donde en definitiva fue martirizado en el año 67.
Recordemos que San Pedro durante su última estadía en la cárcel Mamertina, antes de su martirio, realizó varios milagros y convirtió a dos de sus carceleros, Proceso y Martiniano, quiénes fueron martirizados también en el año 67.
Recordemos también que San Pedro pidió ser crucificado con la cabeza para abajo en su martirio en el año 67, porque no se creía digno de ser crucificado como nuestro señor.
Pero en la estancia anterior en la cárcel Mamertina, San Pedro fue liberado milagrosamente por un ángel y es aquí donde comienza la historia de las cadenas de San Pedro.
Que se une con las cadenas que lo aprisionaron en el año 67.
LA LIBERACIÓN MILAGROSA DE LAS CADENAS DE SAN PEDRO
Esta historia se cuenta en Hechos de los Apóstoles 12: 1-19.
El Rey Herodes había decidido una ofensiva contra los miembros de la iglesia.
Había matado a Santiago y detuvo a San Pedro para luego ejecutarlo.
Pedro fue llevado a la cárcel y estaba custodiado por 16 soldados, 4 en cada turno
Dos dormían en la misma celda que él (uno a cada lado) y dos estaban en la puerta además estaba sujetado al suelo por dos cadenas.
Mientras tanto toda la iglesia de Jerusalén oraba sin cesar por la liberación de su pastor principal.
Fue la noche anterior a su ejecución que Nuestro Señor envió un ángel para liberar a San Pedro.
En la mitad de la noche apareció una luz brillante en la celda, se corporizó un ángel, lo despertó y le ordenó que se vistiera y lo siguiera.
Las cadenas cayeron de sus manos y el Ángel lo condujo a la puerta de hierro que daba a la calle.
Fue entonces que el Ángel desapareció y Pedro se dio cuenta que no era un sueño, sino que había sido liberado de la cárcel por el ángel.
Inmediatamente fue a la casa de María, la madre de Juan, dónde estaban algunos discípulos orando por su liberación.
La puerta fue atendida por una joven mujer y se dio cuenta que era Pedro.
Pero cuando fue avisarle al resto de los apóstoles no le creyeron y supusieron que sería un ángel también.
Pero cuando fueron a ver se encontraron con Pedro en persona y les relato su milagrosa liberación.
Después le pidió que fueran avisarle a Santiago y al resto de los hermanos y se fue a buscar un lugar más seguro.
A la mañana siguiente Herodes ejecutó a los guardianes pensando que lo habían liberado ellos.
Cuando Pedro buscaba refugio los cristianos de Roma le dijeron que huyera de la ciudad, por temor a que fuera capturado de nuevo.
LA APARICIÓN DE LAS CADENAS
Después de la liberación de Pedro algunos cristianos tomaron las cadenas y las guardaron.
Y 400 años después estas cadenas vuelven aparecer en manos del patriarca Juvenal de Jerusalén.
O sea que las cadenas viajaron de Roma a Jerusalén en este periodo intermedio.
Estas cadenas reaparecen en la historia cuando Juvenal se las da a la Emperatriz Eudocia, quién más tarde se las regaló a su hija, también llamada Eudocia y también Emperatriz .
Y ésta construyo una iglesia en Roma en el cerro Esquilino para colocar las reliquias allí.
La piadosa Eudocia, la madre, era esposa del emperador Teodosio II y se encontró con Juvenal en una peregrinación a Jerusalén.
Y allí fue cuando el arzobispo juvenal le entregó las cadenas y ella se las envío a su hija Eudoxia de Roma, quién era la esposa del emperador Valentiniano II.
Eudocia hija, luego se las regaló al papa San León Magno (440-461).
Quien también ya tenía las cadenas que habían sujetado a San Pedro en la prisión Mamertina en la etapa de su martirio.
Estas cadenas eran muy valoradas en Roma.
Y según la historia cuando el Papa tomó en sus manos ambas cadenas para compararlas, estas se unieron milagrosamente por sus eslabones en una sola cadena.
Esta cadena se muestra en la iglesia San Pietro in Vinculi en un hermoso relicario debajo del altar principal de la Basílica.
En honor a este milagro la Emperatriz Eudocia construyo la basílica y la dedico al apóstol San Pedro en el año 442.
Originalmente el tamaño de esta cadena era mayor que el que tiene ahora, porque los Papas se acostumbraron a enviar limaduras, como reliquias, a distintas personalidades.
Y con frecuencia se habla de Milagros producidos por ellas.
Estas limaduras se encerraban en una cruz de oro o en una llave de oro, que se colgaban al pecho como sacramentales, para evitar los peligros.
También hay una tradición que dice que quienes veneran esta cadena se curan, de la misma forma que la sombra de Pedro sanó a personas según lo dicho en Hechos 5, 15.
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