

SINAXARIÓN
DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA
b | Febrero 20
SANTIAGO DE CIRO, ERMITAÑO DISCÍPULO DE SAN MARÓN (s. V)

Santiago de Ciro era un ermitaño y uno de los discípulos de san Marón. Estos discípulos de san Marón son una extensión de su Padre espiritual y Fundador: fueron a su escuela de ascetismo, aprendieron de él y fueron dirigidos por él. Estos discípulos son descritos por Teodoreto como "flores en el jardín de san Marón".
Muchos de los discípulos nunca conocieron al santo, sino que sólo escucharon sobre su vida y virtudes y de su nueva escuela de ascetismo y soledad. Querían imitar su vida de devoción y sacrificio, así que se convirtieron en sus seguidores. El discípulo Santiago aún estaba vivo cuando Teodoreto escribió sobre él.
Santiago de Ciro fue instruido en el camino celestial por el gran san Marón que lo amaba mucho. Vivió con san Marón por un tiempo y luego se fue a vivir solo. Sin embargo, Santiago superó a su maestro en sus actos de penitencia y buenas acciones. San Marón aceptó como su morada la ruina de un templo, y para vestirse usó pieles de cabras para protegerse del frío y la lluvia. Santiago rechazó todo esto y vivió al aire libre, diciendo que los cielos eran su techo. Santiago se expuso así al clima intemperante, a menudo empapado por la lluvia y sumergido en la nieve y el hielo. En verano, se exponía al sol ardiente. Aceptaba todo con gran paciencia, como si no soportara todos los sufrimientos en su propio cuerpo, sino en el de un extraño. Sostenía todo con la fuerza del Espíritu. Parecía que este cuerpo no sufría todas estas mortificaciones. En efecto, parecía como si no tuviera cuerpo, diciendo con san Pablo: en verdad vivimos en el cuerpo, pero no hacemos la guerra con los recursos humanos. Las armas de nuestra guerra no son meramente humanas. Poseen el poder de Dios para la destrucción que se levanta contra el conocimiento de Dios; de la misma manera llevamos cautivo todo pensamiento para hacerlo obediente a Cristo. Estamos listos para castigar la desobediencia en cualquier otro cuando su propia obediencia sea perfecta" (cf. 2 Corintios 10, 3-6)
Pasó su tiempo buscando el ejercicio de las virtudes. Buscando la soledad, se fue a las montañas, lejos de la ciudad. Esta montaña se hizo famosa por él y la gente iba allí y tomaba tierra de este lugar, que consideraban sagrado. Todavía hoy se le conoce como "Jeque Khouros", o "el sagrado de Khouros".
El obispo Teodoreto escribió que él mismo salió a ver a Santiago de Ciro y a observarlo. Después de permanecer con el santo ermitaño, Teodoreto escribió de muchos ejemplos de la santidad de Santiago de Ciro y sobre su vida de penitencia.
Fuente: www.maronitas.org
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SAN LEÓN DE CATANIA, OBISPO († 789)

Nació en Ravena en 720, se hizo monje benedictino. Nombrado obispo de Catania, se opuso a las leyes iconoclastas del Imperio Bizantino, que imponían la destrucción de las imágenes sagradas. Obligado a vivir como ermitaño en las montañas, después de muchos años regresó a Catania donde murió en 789.
Fuente: VaticanNews