San Saba era de una nación de los godos (Târgoviște, 334- río Buzău 372)

Desde su juventud abrazó la fe cristiana y deseó la virtud, recorriendo el camino de la perfección evangélica.

Fue rápido en obedecer, modesto, elocuente, valiente, sin miedo a los enemigos de la religión.

Los paganos odiaban a los cristianos, los perseguían y los obligaban a comer sacrificios ofrecidos a los ídolos. Los celos llevaron a este santo a gritar públicamente: "quien come de estos sacrificios no es considerado cristiano". Muchos cristianos obedecieron sus palabras. Y continuaron firmes en su fe pacientemente los tormentos más severos.
Y cuando la persecución se reanudó y los gobernantes llegaron al pueblo de Saba preguntando si había cristianos en él, Saba se paró ante ellos con valentía y le dijo: "yo soy cristiano".

Le ordenaron que comiera ofrendas de ídolos. Él se negó audazmente. Luego lo ataron. Le extendieron insultos y heridas. Y él se mantuvo firme en su fe, así que lo llevaron al río, donde lo estrangularon y lo arrojaron al agua. Recibió la corona del martirio el 12 de abril de 372.

Fuente: www.maronitas.org