La observación de un manuscrito asirio-caldeo y de un shḥimto maronita (i.e.: libro de oraciones ordinarias, ܫܚܺܝܡܬܳܐ) permite comprender mejor el lugar que ocupa cada una de las tres grafías siríacas. Aquí y allá, el mismo gráfico se utiliza para los títulos y las cruces escalonadas. Por lo demás, cada tradición utiliza su propia forma cursiva: el madenḥaya (tb. madnḥoyo, ܡܲܕ݂ܢܚܵܝܵܐ) para el texto asirio-caldeo, y el serṭo (ܣܶܪܛܳܐ) para el maronita.

Por: Dr. Amine Jules Iskandar
Syriac Maronite Union-Tur Levnon
Asociado de maronitas.org
Escrito para Ici Beyrouth
Publicado el 16 de agosto de 2022
Existen tres grafías siríacas: una monumental y dos cursivas. La forma monumental, conocida como estrangelo (ܐܣܛܪܢܓܠܐ), es propia de todos los siríacos sin distinción. La cursiva, sin embargo, se divide en dos formas. Una, llamada serṭo (ܣܶܪܛܳܐ), es utilizada por los siríacos occidentales (incluidos los maronitas), mientras que la otra, llamada madenḥaya (madnḥoyo, ܡܲܕ݂ܢܚܵܝܵܐ), caracteriza a los orientales (los asirio-caldeos).
Los libros de misa maronita que aún se encontraban en los bancos de las iglesias hasta principios de la década de 2000 contenían la versión siríaca original junto a la traducción árabe. Los fieles se acostumbraron así a esta forma de escritura, que desde entonces ha desaparecido de los libros y pantallas de masas.
Mayúsculas y cursivas
La escritura utilizada en estos libros era cursiva. Este es precisamente el significado de su nombre: serṭo. La escritura monumental se llama estrangelo, cuya etimología es «sert-éwangélioun», la escritura de los Evangelios. Se trata de la escritura noble utilizada para los Evangelios, los títulos y los monumentos, como las sedes patriarcales de Ilige o Bkerke.
El mismo fenómeno que, en latín o en griego, hace que la «A» mayúscula pase de una forma triangular a una versión cursiva redondeada de la «a», se verifica en el paso del estrangelo angular al serṭo con configuraciones curvas.
Las similitudes puramente formales sugieren analogías entre el serṭo y el árabe. La B siríaca se asemeja a la Ḥ árabe dando una ilusión de similitud. Estos dos guiones son similares en su estética. Por otra parte, el estrangelo corresponde tanto en su forma como en su principio al hebreo, del que sólo se diferencia en las ligaduras.
El alfabeto fenicio
Todas las escrituras alfabéticas de Europa, griegas o latinas, así como las del Oriente Medio, derivan del fenicio. Esto incluye el armenio, el cirílico y el árabe con sus derivados persas. Sin embargo, estas escrituras han adaptado el fenicio original a sus propias especificidades lingüísticas, introduciendo vocales para los grecolatinos y consonantes, especialmente interdentales, para los árabes. El primero aumentó el número de caracteres a 26, mientras que el segundo lo hizo a 29.
En contraste con esta variedad de escrituras, el siríaco y el hebreo se mantuvieron fieles al alfabeto fenicio con sus 22 letras. Estas dos lenguas, al ser extremadamente cercanas al fenicio, no tenían porqué hacer adaptaciones. Hasta hoy utilizan el alfabeto fenicio original. Las diferencias que se observan son meras variaciones en el diseño de la letra, resultado de largos siglos de evolución a través de la versión aramea.
El siríaco y el hebreo utilizan incluso una regla común para las letras de doble pronunciación, dura y blanda. Así, en la versión suave, P se convierte en Ph (F), K en Kh (n. del tr.: sonido «j» en español), B en V y G en Gh. Lebnon (Líbano), por ejemplo, se pronuncia Levnon en siríaco porque la B, precedida de una vocal, cambia a su versión suave.
Las tres grafías siríacas

La primera de las tres grafías siríacas es el estrangelo utilizado para los monumentos, títulos y cruces que adornan los manuscritos tanto del Líbano como de Siro-Mesopotamia. Lo vemos aquí en la línea 2, justo debajo del original fenicio. En la línea 3, la grafía madenḥaya (madnḥoyo), que significa oriental, se llama también asirio-caldea o nestoriana. Finalmente, la última forma, en la línea 4, es la cursiva occidental llamada serṭo.
El problema es que ya no se enseña nuestra historia y nuestra cultura. Los aficionados del siríaco en el Líbano son en su mayoría autodidactas y tienen habilidades bastante limitadas. Confunden el estrangelo con la escritura cursiva del siríaco oriental: madenḥaya (madnḥoyo). Así, atribuyen erróneamente una dimensión identitaria al serṭo, que, según ellos, es la escritura de los maronitas y de los siríacos ortodoxos, mientras que el estrangelo es la escritura de los siríacos orientales (asirios y caldeos).
En realidad, el estrangelo es la forma monumental equivalente a la letra mayúscula europea o al hebreo cuadrado. Elemento unificador, es utilizado invariablemente por todos los siríacos, independientemente de su origen.