Maronita.org desea hacer eco de esta importante carta que ha escrito Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, cabeza de una de nuestras Iglesias Católicas Orientales hermanas.
Fechada el día 24 de febrero de 2022 desde su sede catedralicia con motivo del inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia

¡Pueblo de Ucrania, Amado en Dios!
¡Nuestro país está de nuevo en peligro!
El enemigo traicionero, a pesar de sus propios compromisos y garantías, rompiendo las normas básicas del derecho internacional, como agresor injusto, pisó suelo ucraniano, trayendo consigo muerte y destrucción.
Nuestra Ucrania, a la que el mundo llamó justamente «tierras de sangre», que ha sido tantas veces salpicada con la sangre de los mártires y luchadores por la libertad e independencia de su pueblo, nos llama hoy a levantarnos por ella a defender su dignidad ante Dios y la humanidad, sus derechos de existencia y el derecho a elegir el propio futuro.
Es nuestro derecho natural y nuestro deber sagrado defender nuestra tierra y nuestro pueblo, nuestro Estado y todo lo que nos es querido: ¡la familia, la lengua y la cultura, la historia y el mundo espiritual! Somos una nación pacífica que ama con amor cristiano a los niños de todas las naciones, independientemente de su origen o creencia, nacionalidad o identidad religiosa.
No atentamos contra los demás y no amenazamos a nadie, ¡pero no tenemos derecho a dar lo nuestro a nadie! En este momento histórico, la voz de nuestra conciencia nos llama a todos como un solo hombre a defender un Estado ucraniano libre, unido e independiente.
La historia del siglo pasado nos enseña que todos los que iniciaron guerras mundiales las perdieron, y los idólatras de la guerra sólo trajeron destrucción y decadencia a sus propios estados y pueblos.
¡Creemos que en este momento histórico el Señor está con nosotros! Él, que tiene en sus manos el destino del mundo entero y de cada persona en particular, está siempre del lado de las víctimas de la agresión injusta, de los que sufren y de los esclavizados. Es Él quien proclama Su santo Nombre en la historia de cada nación, captura y derriba a los poderosos de este mundo con su orgullo, a los conquistadores con la ilusión de su omnipotencia, a los orgullosos e insolentes con su confianza en sí mismos. Es Él quien concede la victoria sobre el mal y la muerte. La victoria de Ucrania será la victoria del poder de Dios sobre la mezquindad y la arrogancia del hombre. ¡Así fue, es y será!
¡Nuestra santa Iglesia–Mártir siempre ha estado y siempre estará con su pueblo! Esta Iglesia, que ya ha sobrevivido a la muerte y a la resurrección, como Cuerpo de Cristo resucitado, sobre el que la muerte no tiene poder, el Señor la entregó a su pueblo en las aguas bautismales del río Dnipro.
Desde entonces, la historia de nuestro pueblo y de su Iglesia, la historia de sus luchas de liberación, la historia de la encarnación de la Palabra de Dios y la manifestación de su Espíritu de verdad en nuestra cultura se han entrelazado para siempre. Y en este momento dramático, nuestra Iglesia, como madre y maestra estará con sus hijos, los protegerá y los servirá en nombre de Dios. ¡En Dios está nuestra esperanza y de Él vendrá nuestra victoria!
Hoy proclamamos solemnemente: «¡Nuestra alma y nuestro cuerpo se ofrecen por nuestra libertad! Con un solo corazón rezamos: "¡Señor, Grande y Todopoderoso, protege a nuestra querida Ucrania!"».
Santos justos, mártires y confesores de la tierra ucraniana, ¡oren e intercedan por nosotros ante Dios!
¡La bendición de Dios sea con ustedes!
+ Sviatoslav
Dado en Kiev
en la Catedral Patriarcal de la Resurrección de Cristo
el 24 de febrero de 2021 del año del Señor
Texto original: