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La Iglesia Maronita ante el éxodo

Históricamente, la mayoría de los maronitas viven en el Líbano, con otras comunidades más pequeñas en Turquía, Siria, Jordania, Egipto, Tierra Santa y Chipre. El Líbano, a pesar de su pequeña superficie (10,452 kilómetros cuadrados), tiene una comunidad desproporcionada en relación a su población. La emigración desde el Líbano comenzó en 1854, y no ha dejado de crecer desproporcionadamente sin ningún plan o política para evitar el éxodo, incluso hoy en día. En consecuencia, los libaneses, en particular los maronitas, están dispersos en más de 100 países de los cinco continentes.

Maronitas


Por: Fr. Jean Maroun El-Helou

Asociado de maronitas.org

Publicado el 13 de agosto de 2023


Durante el Sínodo Maronita que concluyó en 2006, la Iglesia Maronita abordó las ramificaciones de la inmigración y adoptó el concepto de «expansión»para describir a sus feligreses asentados fuera del territorio patriarcal. Este concepto contiene una nueva visión eclesiástica de los inmigrantes y la inmigración. Al principio de los debates en el seno de la asamblea sinodal, un número significativo de participantes abordó la cuestión de cómo detener la emigración maronita del Líbano. Después, se dieron cuenta de cómo los inmigrantes conservan su pertenencia maronita; aunque ya no son ciudadanos libaneses oficiales, sino que se convierten en ciudadanos maronitas en sus «nuevos países».


El término de «Expansión»


Como resultado, tras un profundo debate, la asamblea abandonó este enfoque y adoptó el concepto de «expansión» para describir la migración maronita, en lugar de otros como inmigrantes, expatriación y diáspora. Para comprender mejor esta transformación, es útil volver a los escritos del obispo Hamid Morani, un filósofo que aplica el enfoque hegeliano a la comprensión de la historia. Aclaró estos múltiples conceptos: diáspora, asamblea, alienación y expansión, y los distinguió de la siguiente manera:


  • Diáspora: originalmente diáspora es un término bíblico y se utilizaba para referirse a los judíos que vivían fuera de Israel. En la Biblia, la diáspora era el resultado de desviarse de los mandamientos de Dios, por un lado, y de presiones externas, como invasiones, ocupaciones o cautiverios, por otro. La historia maronita ha estado entrelazada con la de la diáspora desde el momento en que estos pioneros huyeron de Siria al norte del Líbano. Luego se dispersaron por el Líbano y finalmente lo abandonaron hacia diversas partes del mundo. Morani afirma que «la Iglesia Maronita era una iglesia de la diáspora. Una iglesia minoritaria, por un lado, y una iglesia extendida por todo el mundo, por otro. Se ve amenazada aquí y allá, ya sea para asimilarse o para cesar». El objetivo de Morani es subrayar que la emigración maronita les convirtió inicialmente en una diáspora, al enfrentarse a desafíos externos que les llevaron a abandonar su patria en busca de seguridad en todo el mundo. La diáspora tiene un aspecto positivo, que niega la noción de gueto. Los dispersos viven en el corazón del mundo, demostrando resiliencia y creatividad. Además, la diáspora genera deseo y nostalgia de la patria, la historia y los símbolos.


  • Asamblea: por otra parte, asamblea, ha sido típicamente lo contrario de la diáspora. A lo largo de la historia, los maronitas, tras su dispersión, se unieron para formar asambleas. Esto ocurrió cuando llegaron a diversas zonas del Líbano y cuando emigraron a distintas partes del mundo. Tras la asamblea, tenía lugar la peregrinación, que ayudaba a reconectar con la tierra que se convierte en lugar de peregrinación para los dispersos. El Líbano simboliza una tierra de peregrinación para la diáspora maronita.


  • Alieneación: mientras que alienación, en su sentido ordinario, significa abandonar la tierra de los antepasados y la historia por una tierra extranjera. Significa apertura y división o separación de uno mismo. Filosóficamente, significa perder la propia identidad y abandonarla a los demás.


  • Expansión: además, el obispo Morani pide que se adopte el concepto de expansión, en lugar del de exilio, especialmente para la inmigración moderna. Expansión surge de la toma de conciencia de los expatriados maronitas, que se consideran implicados en el destino de los maronitas de la patria, no sólo individualmente sino colectivamente. La expansión también abarca la percepción de los maronitas residentes que creen que los expatriados son esencialmente iguales a los dispersos por el mundo. El concepto maronita de expansión significa la idea de poseer una distancia espiritual fuera del entorno histórico que definió su identidad cultural. Representa el deseo de romper con el presente, las fronteras, las culturas y las limitaciones.


Maronitas
Casi 1000 católicos libaneses (de ritos maronita y melquita) en procesión por las calles del oeste de Sídney con motivo de la fiesta del Corpus Christi en junio de 2019. Foto: ©Giovanni Portelli, recuperada de catholicweeky.com.au

Debates


Los debates de la asamblea abordaron la rearticulación de conceptos establecidos originalmente por Morani. La asamblea amplió estos conceptos de la siguiente manera: «alienación» incluye elementos negativos y pesimistas, como el desapego del propio país, la familia y el patrimonio. El término «diáspora» podría ser menos pesimista, pero conlleva el significado de dispersión, debilidad y pérdida. En cuanto a «expansión», aunque implica alejamiento de la patria, también significa una relación parecida a la que existe entre el sol y la propagación de sus rayos. Esto se debe a que la expansión es portadora de tradiciones, costumbres y patrimonio: es una extensión y continuidad para ellos (Mons. Youssef Dergham). Además, transmite la extensión geográfica e histórica de los maronitas. También representa la aspiración a trascender el presente, las fronteras, las culturas, los marcos y las limitaciones (P. François Eid).


El concepto maronita de expansión, desde un punto de vista antropológico, es la posesión del maronitismo a distancia pastoral fuera del marco de su entorno histórico, que definió su identidad cultural (Guitta Hourani). La expansión difiere de la alienación, debido al significado eclesiástico y apostólico que posee (Carole Dagher).

Así pues, queda claro que la adopción del concepto de expansión en la asamblea no fue una mera elección literaria, seleccionando una frase en lugar de otra. Por el contrario, contiene una conciencia histórica y eclesiástica de la importancia de la expansión, invitando a la Iglesia maronita a desempeñar un papel histórico activo —tanto a nivel local como mundial— a través de su expansión.



San Charbel
Migrantes libaneses en una Misa Maronita celebrada en la Parroquia Maronita de San Chárbel en Chihuahua (México). Foto recuperada de www.abouna.org

Condiciones esenciales


Dentro de este marco conceptual, para garantizar que la expansión no se convierta en migración real, alienación o dispersión, deben cumplirse varias condiciones esenciales.


Las tres principales son la centralidad patriarcal, la condición del Líbano como país simbólico y espiritual, y la identidad religiosa maronita diferenciada.


El concepto de expansión refleja bien la realidad de la Iglesia Maronita en todo el mundo, en varios países y ciudades donde las comunidades maronitas conservan estas tres condiciones.

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