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Llamamiento a los libaneses y a la comunidad internacional

El Líbano, nuestra patria, se enfrenta a graves y peligrosos desafíos, que corren el riesgo de hacerle perder su identidad, su vocación, su misión de país de mensaje y su papel en el concierto de las naciones. Sufre el colapso económico, monetario y social, que ha deteriorado la situación de nuestros ciudadanos, empujándolos a la pobreza y a la emigración, en particular de nuestros jóvenes, de nuestros intelectuales y de familias enteras hacia nuevos horizontes; sufre también la migración de los refugiados, que llegan en masa y constituyen una carga económica, social y demográfica que no puede soportar.


Publicado: el 16 de octubre de 2023

Maronitas
Foto de la misa concelebrada por los patriarcas católicos participantes en el Sínodo en la Basílica de San Pedro el lunes 9 de octubre por la mañana. @Vatican Media

Llamamiento

A los libaneses y a la comunidad internacional


Nosotros, los Patriarcas, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y laicos libaneses, participantes en los trabajos del Sínodo de los Obispos bajo la presidencia de Su Santidad el Papa Francisco, por invitación de Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, celebramos una reunión en el Vaticano, con la participación de Su Excelencia el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, el Padre Michel Jalakh, Secretario del Dicasterio para las Iglesias Orientales, la Hermana Nathalie Becquart, Subsecretaria del Sínodo de los Obispos, y Mons. Marco Formica, Oficial de la Sección para las Relaciones con los Estados, para discutir sobre la situación en el Líbano y los esfuerzos que hay que hacer para salvarlo.


1 - Comenzamos expresando nuestra gratitud a Su Santidad el Papa Francisco, que lleva el Líbano cerca de su corazón y desea «encontrar una solución digna de la historia y los valores del pueblo libanés», así como a los países de Oriente Medio, especialmente tras la guerra que ha estallado entre palestinos e israelíes.


Con Su Santidad expresamos nuestra cercanía a las familias de las víctimas, rezando por ellas y por todos los que viven horas de terror y dolor, rogando al Señor de la Paz que haga reinar la Paz en la tierra que ha santificado con la realización del plan de salvación.


2 - Después de haber compartido nuestras ideas, nuestros puntos de vista, nuestras preocupaciones, nuestras inquietudes y nuestros temores por el futuro del Líbano, pero también nuestras aspiraciones y nuestras esperanzas por el anuncio del Evangelio y la misión de la Iglesia en la tierra donde Jesús, el Hijo de Dios, eligió encarnarse, hemos querido lanzar un llamamiento a nuestros conciudadanos y a la Comunidad Internacional:


I - A los libaneses


3 - Es cierto que el Líbano, nuestra patria, se enfrenta a graves y peligrosos desafíos, que corren el riesgo de hacerle perder su identidad, su vocación, su misión de país de mensaje y su papel en el concierto de las naciones. Sufre el colapso económico, monetario y social, que ha deteriorado la situación de nuestros ciudadanos, empujándolos a la pobreza y a la emigración, en particular de nuestros jóvenes, de nuestros intelectuales y de familias enteras hacia nuevos horizontes; sufre también la migración de los refugiados, que llegan en masa y constituyen una carga económica, social y demográfica que no puede soportar.


Para poner remedio a esta crisis en curso, creemos que el primer paso debe ser la elección de un Presidente de la República que garantice el buen funcionamiento de las instituciones constitucionales y la aplicación de las reformas necesarias. Por eso pedimos al Presidente de la Cámara que abra las puertas del Parlamento y convoque cuanto antes a los diputados a sucesivas sesiones electorales. E instamos a los diputados a que cumplan con su deber parlamentario y nacional y elijan al Presidente de acuerdo con las disposiciones de la Constitución.


4 - Somos conscientes de que nuestra Iglesia en el Líbano tiene el deber de promover el diálogo entre los cristianos, por una parte, y entre los libaneses, por otra, para una purificación de la memoria, la conversión y la reconciliación nacional. Hacemos un llamamiento a nuestros conciudadanos libaneses para que unan sus esfuerzos a los nuestros y se comprometan juntos en la construcción de un Estado civil que anteponga la ciudadanía a la pertenencia confesional, respetando la diversidad religiosa, cultural y política, tal y como se previó en el Arreglo del Líbano en 1920, y como se estipuló en el Pacto Nacional de 1943, renovado en los Acuerdos de Taif de 1990.


5 - Para restaurar el Líbano como una Tierra de Mensajes, debemos confiar en ustedes, los jóvenes que llevan la esperanza del futuro y sueñan con un país que cumpla sus aspiraciones de construir un Estado de derecho que establezca la ciudadanía y la igualdad ante la ley por encima de todas las divisiones religiosas, confesionales y políticas. Saben tan bien como nosotros que los políticos y los líderes de las milicias que han hecho la guerra, que se han hecho con el poder y se aferran a él en beneficio propio, no pueden restaurar la paz, la libertad y la democracia.

Por eso les pedimos, queridos jóvenes, que profundicen en su educación nacional y política y se preparen para tomar el relevo.


II - A la Comunidad Internacional


6 - El problema del Líbano depende de los conflictos en curso en Oriente Medio, en la región y a nivel internacional. La injerencia de países extranjeros regionales e internacionales en los asuntos del Líbano, tomando como partidarios a facciones libanesas que les son serviles, ha contribuido a alterar el equilibrio del mosaico libanés.


Por eso pedimos a Su Santidad el Papa Francisco que utilice toda su influencia para negociar con los países amigos del Líbano y las Grandes Potencias para salvar al Líbano y que pueda reanudar su misión y desempeñar su papel de punto de referencia en el concierto de las naciones.


7 - Pedimos también a las Naciones Unidas y a los amigos del Líbano que nos ayuden a frenar la injerencia de los países extranjeros, a reconocer la neutralidad positiva del Líbano, a aplicar las resoluciones 1559, 1680 y 1701 de las Naciones Unidas y a solucionar el conflicto israelí-palestino.


8 - Ante todos estos desafíos y tantos motivos de esperanza, nos comprometemos a vivir la sinodalidad con nuestros fieles y nuestro pueblo, a caminar juntos en la escucha, el diálogo y el discernimiento para promover los valores cristianos y dar testimonio del Evangelio en la caridad entre nosotros y con el prójimo, y en la esperanza en Aquel que no defrauda.


Por muchos que seamos, somos y seguiremos siendo testigos de Jesucristo resucitado, presente entre nosotros hasta el final de los tiempos.

Nuestra Iglesia es y seguirá siendo la Iglesia de la esperanza.


Mar Bechara Boutros Al-Raí, Patriarca maronita de Antioquía

Mar Ignace Youssef III Younan, Patriarca siríaco de Antioquía

Mar Youssef Absi, Patriarca melquita de Antioquía

Mar Raphaël Pedros XXI Minassian, Catholicos Patriarca armenio católico de Cilicia

S. E. Mons. Mounir Khairallah, Patriarca armenio católico de Cilicia

S. E. Mons. Mounir Khairallah, Patriarca armenio católico de Cilicia

Mounir Khairallah

Padre Khalil Alwan

Padre Gaby El Hachem

Sra. Claire El Saïd, Sra. Sandra Chaoul

Srta. Rita Kouroumilian

Sr. Wissam Abdo.


Roma, 15 de octubre de 2023.

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