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XIV MENSAJE DE CUARESMA: «VUÉLVANSE A DIOS CON TODO SU CORAZÓN» (Jl 2, 12)

Actualizado: 10 feb

Mensaje cuaresmal 2024 del Patriarca Maronita Cardenal Mar Bechara Pedro Raí


Patriarca Maronita
Cortesía de la imagen: ©bkerke


Patriarcado de Antioquía y de todo el Oriente


XIV Mensaje de Cuaresma

de Su Beatitud Patriarca Cardenal

Mar Bechara Pedro Raí


Bkerke 2024


A nuestros venerables hermanos Señores Obispos, Reverendos Padres y Madres Generales, Presbíteros, monjes y monjas, y a todos los amables hijos de nuestra Iglesia Maronita en el Líbano, en territorio patriarcal y en los países de la expansión,

la paz en el Señor Jesús y la Bendición Apostólica



«Vuélvanse a Dios con todo su corazón» (Jl 2,12)»


1. En este mensaje de Cuaresma, me complace dirigirme a la llamada que Dios nos hace a nosotros y a todos los hombres a través del profeta Joel: «Vuélvanse a Dios con todo su corazón» (Jl 2, 12)). La Cuaresma es un tiempo para volver a Dios con todo el corazón en espíritu de arrepentimiento y austeridad; para volver a los demás en espíritu de reconciliación y cooperación; y para volver a nuestros hermanos y hermanas necesitados tendiéndoles una mano de ayuda física, espiritual y moral.


I. La cuaresma es un tiempo de vuelta a Dios


2. En este tiempo de ayuno, oraciones, austeridades y escucha de las palabras de vida, Dios nos invita a volver a Él. Nos espera con amor de padre, como el padre esperaba a su hijo pródigo y lo recibía de vuelta con los brazos abiertos, besos de amor y una fiesta de alegría. No caigamos en la tentación de la desidia. La llamada de Dios es urgente para nuestra salvación y verdadera felicidad. No basta volver con palabras, intenciones, deseos y promesas. No hay conversión sin acción.


3. Iniciamos nuestro retorno el día en que aceptamos la marca de la cruz con ceniza en la frente, en la mañana del primer día de Cuaresma, conocido como «Lunes de Ceniza». Con esta marca reconocemos que «somos polvo y al polvo volveremos» (Gn 3,19). Reconocemos que somos débiles y perecederos, y que necesitamos que Dios nos reanime con su Espíritu Santo, dador de vida, y renueve nuestra creación, como hizo en la primera creación, cuando «el Señor Dios formó al hombre polvo de la tierra e insufló en su nariz aliento de vida» (Gn 2, 7).


4. No nos cabe duda de que nuestros fieles acuden en masa a las iglesias y monasterios para ser bendecidos con la marca de la cruz de las cenizas en la frente, y para llevar las cenizas bendecidas a sus casas para los enfermos y los ancianos, como signo de su arrepentimiento por sus pecados. Decimos «signo» para subrayar que sigue siendo necesario acercarse al sacramento de la confesión a Dios por nuestros pecados a través del sacerdote que, en nombre de la Santísima Trinidad y con la autoridad sacerdotal que le ha sido otorgada, concede el perdón de los pecados confesados. Del mismo modo que inclinamos humildemente la cabeza y aceptamos la marca de la ceniza bendita, así nos inclinamos humildemente ante el sacerdote, ministro del Sacramento, para reconciliarnos con Dios, con nosotros mismos y entre nosotros.


Entonces se cumplirán en nosotros las palabras del profeta Isaías: «Daré al penitente una corona en lugar de ceniza, óleo de alegría en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de fatiga» (Is 61, 3).


5. El primer día de Cuaresma iniciamos el camino de «la ceniza a la vida» gracias a las austeridades de la Cuaresma y al retorno del corazón a Dios mediante el arrepentimiento, la reconciliación, la transparencia y la evitación de la doblez, que el Señor Jesús aborrece (cfr. Mt 16, 2-6). Al hacerlo, cumplimos la llamada urgente del apóstol Pablo: «Ahora somos embajadores de Cristo, y la palabra de la reconciliación ha sido puesta en nosotros. Del mismo modo que Dios los llama por nuestras manos, los exhortamos ahora a reconciliarse con Dios, por amor de Cristo, que no conoció pecado, sino que se hizo pecado por nosotros, para que fuésemos hechos justicia de Dios» (2 Co 5, 20-21). Con este espíritu y responsabilidad, invitamos a nuestros queridos párrocos a prestar, especialmente durante la Cuaresma, el servicio del Sacramento de la Reconciliación, y a trabajar en cooperación con otros para prestar este servicio al mayor número posible de sus feligreses. Su conciencia sacerdotal quedará satisfecha y agradarán a Dios, que vino a nosotros en la persona del Hijo encarnado, para que vayamos a Él y le encontremos en este mundo.


II. La Cuaresma es tiempo de volver los unos a los otros


6. Cuando nos reconciliamos con Dios en el sacramento de la Penitencia, saboreamos el valor del perdón y de la reconciliación, y sentimos la necesidad de reconciliarnos con los demás. Es verdad decir: «La paz con Dios es la paz con toda la creación». El Señor Jesús nos recomendó esta reconciliación en varios lugares.


  1. En la oración del Padrenuestro, que enseñó a sus discípulos y que recitamos todos los días, y en donde rezamos: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden (…) Si perdonan a los demás sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Y si no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes» (Mt 6, 12.14-15).


  1. Al ofrecer un sacrificio a Dios, el Señor Jesús considera que la reconciliación es más importante que el sacrificio y lo hace aceptable a Dios. Él dice: «Si estás ofreciendo tu ofrenda sobre el altar, y te acuerdas allí de que tu hermano te guarda rencor, deja allí tu ofrenda sobre el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano, y luego vuelve y ofrece tu ofrenda» (Mt 5, 23-24). En otro lugar dijo: «Misericordia quiero, no sacrificios» (Mt 12,7).


  1. Cuando Pedro le preguntó «¿Cuántas veces, si mi hermano peca contra mí, le perdonaré, siete veces?». Jesús le contestó: «No te digo siete veces, sino setenta veces siete" (Mt 18, 21-22). Con esta respuesta, el Señor Jesús subraya que la reconciliación es fuente de verdadera alegría para el corazón del que reconcilia, para el corazón del que recibe la reconciliación y, sobre todo, para el corazón del Padre celestial. Esto lo subraya el Señor Jesús cuando habla de la alegría en el cielo por el regreso de un pecador arrepentido: en la parábola de la oveja perdida (cf. Lc 15, 4-7), en la parábola del dracma perdido (Lc 15, 8-10) y en la parábola del regreso del hijo pródigo (cf. Lc 15, 11-23).


7. El deber más importante de la Iglesia, con sus pastores, hijos e hijas, es dar ejemplo de vivir la reconciliación entre sí y con los hombres, especialmente en los casos de ofensa y de maldad. La reconciliación nace de la misericordia, que aprendemos de Dios, «que es rico en misericordia» (Ef 2, 4).


Nuestra sociedad libanesa en general y la comunidad política en particular sufren divisiones, disputas, odio y malicia, por lo que el Líbano y el pueblo libanés están pagando el precio a todos los niveles: Niveles social, político, constitucional, financiero y de reforma.


Es deber de todos nosotros, junto con todas las personas de buena voluntad, trabajar para poner fin a las diferencias y eliminar sus causas, promover el respeto mutuo y restaurar la confianza perdida entre los componentes del país. Así es como vivimos el tiempo de Cuaresma, que se conoce como el tiempo de la reconciliación, empezando por la familia, pasando por la comunidad, hasta los partidos políticos y la comunidad política.


Cuando se logre la reconciliación y la confianza, podremos cooperar en la reconstrucción del Estado y de sus instituciones, en la reactivación de su economía, en el estímulo de su comercio y en la reactivación de sus bancos y de su movimiento financiero.


III. La cuaresma es un momento para referirnos a nuestros hermanos en sus necesidades


8. ¿Cómo pueden nuestros hermanos y hermanas experimentar la alegría de la Pascua mientras viven angustiados por su pobreza, sus necesidades y sus situaciones tristes y dolorosas? El Señor Jesús los llamó sus «hermanos pequeños» y se identificó con ellos en sus dolores y necesidades, que identificó en seis tipos: hambre, sed, desnudez, migración, enfermedad y cautiverio, no sólo en el sentido físico, sino también en el espiritual, psicológico, cultural, moral y social (cf. Mateo 25, 31-46).


9. Estos hermanos tienen necesidad de reconciliación, de nuestra reconciliación mediante la ayuda material, espiritual, moral y ética.


Reconciliamos a los hambrientos cuando les proporcionamos alimentos y los medios para ganárselos con el sudor de su frente por su dignidad. Cuando les proporcionamos aquello de lo que tienen hambre, como educación, justicia y aspiraciones.


Reconciliamos al sediento cuando le proporcionamos agua y líquidos. Cuando le proporcionamos lo que sacia su sed espiritual de escuchar la palabra de Dios, o su sed social de justicia, conocimiento y compasión humana.


Reconciliamos al hombre desnudo cuando le proporcionamos ropa y muebles. Cuando protegemos su reputación y su dignidad.


Reconciliamos al enfermo cuando le visitamos y le ayudamos a comprar medicinas, le hospitalizamos y tratamos su enfermedad física, psicológica, mental o neurológica, cuando nos ocupamos de sus necesidades especiales, conocidas como discapacidades de diversa índole, y trabajamos para integrarle en su sociedad de diversas maneras, especialmente después de que haya adquirido la educación necesaria para esta integración. Cuando ayudamos al «enfermo» moral, como el arrogante, el tacaño, el drogadicto, etc.


Reconciliamos al migrante cuando lo acogemos, pero también cuando se siente extraño en su casa, en su familia y en la sociedad, por lo que hablamos con él, lo acercamos y resolvemos los nudos que padece.


Reconciliamos al preso entre rejas cuando le visitamos, le escuchamos, atendemos sus necesidades y nos ocupamos de ellas. Reconciliamos al preso de sus tendencias, personas, ideologías o actitudes fosilizadas cuando le ayudamos a liberarse de ellas.


Directrices pastorales


a) Ayuno, abstinencia y dispensas


10. El ayuno es la abstención de alimentos desde la medianoche hasta el mediodía, con la posibilidad de beber sólo agua, desde el Lunes de Ceniza (12 de febrero) hasta el Sábado de la Luz (30 de marzo), a excepción de las siguientes fiestas: San Juan Marón (2 de marzo); los Cuarenta Mártires (9 de marzo), San José (19 de marzo); la Anunciación de la Virgen (25 de marzo); el santo patrón de la parroquia; y con excepción también del sábado y domingo de cada semana, según la enseñanza de las Constituciones Apostólicas (del año 380). El sábado por el memorial de la creación, y el domingo por la resurrección. Estas leyes excluyen el Sábado de la Luz «porque el día en que el Creador estuvo debajo de la tierra, no es conveniente regocijarse y festejar, puesto que el Creador supera a todas sus criaturas en naturaleza y honra».


11. La abstinencia es abstenerse de comer carne y lácteos durante la primera semana de Cuaresma, la Semana Santa y todos los viernes del año, a excepción del período comprendido entre Pascua y Pentecostés, la Navidad y Epifanía, y las fiestas litúrgicas. en la que es necesario participar de la Santa Misa como: Navidad y Epifanía, la Presentación de Cristo en el Templo, San Marón, San José, la Ascensión, los Apóstoles Pedro y Pablo, la Transfiguración del Señor, la Asunción de la Virgen a los Cielos, la Exaltación de la Cruz, todos los santos, la Inmaculada Concepción, y la fiesta patronal de la parroquia.


12. Están dispensados del ayuno y la abstinencia generalmente los enfermos y los ancianos, cuyo estado de salud les exige comer alimentos para estar fuertes, especialmente los que toman medicamentos relacionados con sus enfermedades crónicas y que se encuentran en condiciones especiales y delicadas de salud, además a los enfermos que se encuentran en internación transitoria u hospitalización periódica. Se sabe que los niños comienzan a ayunar al año siguiente de su primera comunión, teniendo en consideración su situación durante el período escolar.


Se invita a los que están exentos de la ley de ayuno y abstinencia a que se basten con un pequeño desayuno suficiente para tomar medicinas, o para continuar las lecciones si son alumnos y alumnas. Los que son dispensados están llamados a sustituirlo con buenas obras y con actos de misericordia.


b) Abstinencias fuera del tiempo de Cuaresma


13. Se practica la abstinencia fuera del tiempo de Cuaresma, según la antigua y piadosa costumbre que se conserva en todas las Iglesias Orientales (católicas y ortodoxas), en preparación de las fiestas específicas y se concentra cada abstinencia en una semana para facilidad de los fieles, y son: la abstinencia de la Navidad del Señor (del 16 de diciembre al 24), la abstinencia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (del 21 de junio al 28), y la abstinencia de la Asunción de la Virgen María al Cielo (del 8 al 14 de agosto).


c) Ayuno eucarístico


14. Es abstenerse de comer desde la medianoche antes de la Comunión o por lo menos una hora antes de empezar la misa, en preparación para la unión con el Señor a través de la Comunión de su Cuerpo y Sangre


Conclusión


15. La Cuaresma es el «tiempo aceptable» de Dios. Siendo un tiempo de reconciliación por excelencia, estamos invitados a orar a Dios para aprender de Él, que nos ha reconciliado mediante la muerte de su Hijo Jesús por nuestros pecados, cómo vivir la alegría de la reconciliación con Él, entre nosotros y con nuestros hermanos en sus necesidades.


Con mis oraciones, amor y bendición apostólica.


Bkerke, 9 de febrero de 2024


✠ Cardenal Bechara Pedro Raí

Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente




 

Texto original:


بطركيّة أنطاكية وسائر المشرق

"إرجعوا إلى الله بكلّ قلوبكم" (يوئيل 2: 12)

رسالة الصوم الرابعة عشرة

لصاحب الغبطة والنيافة

الكردينال مار بشاره بطرس الرَّاعي

بطريرك أنطاكية وسائر المشرق

بكركي 2024

إلى إخواننا السادة المطارنة الأجلّاء،

وقدس الرؤساء العامّين والرئيسات العامّات،

وأبناءنا الكهنة والرهبان والراهبات المحترمين،

وسائر أبناء كنيستنا المارونيّة وبناتها

في لبنان والنطاق البطريركيّ وبلدان الإنتشار الأحبّاء،

السلام بالربّ والبركة الرسوليّة


"إرجعوا إلى الله بكلّ قلوبكم" (يوئيل 2: 12)


1. يسعدني أن أتناول في رسالة الصوم دعوة الله لنا ولجميع الناس على لسان يوئيل النبي: "إرجعوا إلى الله بكلّ قلوبكم" (يوئيل 2: 12). الصوم زمن الرجوع إلى الله من كلّ القلب بروح التوبة والتقشّف، وإلى بعضنا البعض بروح المصالحة والتعاون، وإلى إخوتنا وأخواتنا الذين في حاجة بمدّ يد المساعدة الحسيّة والروحيّة والمعنويّة إليهم.

أوّلًا- الصوم زمن الرجوع إلى الله

2. يدعونا الله في زمن الصوم المليء بالأصوام والصلوات والتقشفات وسماع كلام الحياة لنرجع إليه. فهو ينتظرنا بمحبّة الأب، كما انتظر الأب إبنه الضال واستقبله عند رجوعه بذراعين مفتوحين، وبقبلات الحبّ، وبوليمة الفرح. فلا نسقطنّ في تجربة التأجيل. فدعوة الله ملحّة لخلاصنا وسعادتنا الحقيقيّة. لا يكفي هذا الرجوع بالكلام والنيّة والتمنّي والوعد. فلا رجوع إلّا بالفعل.

3. بدأنا رجوعنا يوم قبلنا وسم الصليب بالرماد على جباهنا في صباح اليوم الأوّل من الصوم الكبير، المعروف بإثنين الرماد. بهذه العلامة أقرّينا "أنّنا تراب وإلى التراب نعود" (تك 3: 19). أقرّينا أنّنا ضعفاء وسريعو العطب، وأنّنا بحاجة إلى أن يحيينا الله بروحه القدّوس معطي الحياة، ويجدّد خلقنا، مثلما فعل في الخلق الأوّل إذ "جبل الربّ الإله الإنسان ترابًا من الأرض، ونفخ في أنفه نسمة حياة" (تك 2: 7).

4. لا شكّ عندنا في أنّ شعبنا المؤمن يتهافت إلى الكنائس والأديار ليتبرّكوا بوسم الصليب من رماد على جباههم، ويأخذوا من الرماد المبارك إلى بيوتهم لمرضاهم والمسنّين، كعلامة لتوبتهم عن خطاياهم. نقول "علامة" للتأكيد أنّ الحاجة تبقى إلى التقرّب من سرّ الإعتراف لله عن خطايانا بواسطة الكاهن الذي باسم الثالوث القدّوس وبالسلطان الكهنوتيّ المُعطى له يمنح الغفران للخطايا المعترف بها. فكما أنّنا بالتواضع نحني رؤوسنا ونقبل وسم الرماد المبارك، كذلك بالتواضع عينه ننحني أمام الكاهن خادم السرّ المقدّس لنتصالح مع الله ومع ذواتنا ومع بعضنا البعض.

عندئذٍ تتمّ فينا كلمة أشعيا النبيّ: "لأمنح التائبين التاج بدل الرماد، وزيت الفرح بدل النوح، وحلّة التسبيح بدل الإعياء" (أش 61: 3).

5. في اليوم الأوّل من الصوم، بدأنا المسيرة من "الرماد إلى الحياة" بفضل تقشفات الصوم، ورجوع القلب إلى الله بالتوبة والمصالحة والشفافيّة والإبتعاد عن الإزدواجيّة التي يمقتها الربّ يسوع (راجع متى 16: 2، 6). إنّنا بذلك نلبّي دعوة بولس الرسول الملحّة: "نحن الآن سفراء المسيح، ووضع فينا كلمة المصالحة. كما أنّ الله يدعوكم على يدنا، فنحن الآن نستحلفكم أن تصالحوا الله، لأجل المسيح، الذي لم يكن يعرف الخطيئة، وقد جعله الله خطيئة لأجلنا، لنصير به برَّ الله" (2 كور 5: 20-21). بهذه الروح والمسؤوليّة ندعو أحبّاءنا كهنة الرعايا ليؤمّنوا، على الأخصّ طيلة زمن الصوم، خدمة سرّ المصالحة، وليعملوا بالتعاون مع غيرهم لتأمين هذه الخدمة لأكبر عدد ممكن من أبناء رعاياهم وبناتها. فيرتاح ضميرهم الكهنوتيّ ويرضوا الله الذي أتى إلينا بشخص الإبن متجسّدًا، لكي نذهب نحن إليه، ونلتقيه في هذه الدنيا.

ثانيًا-الصوم زمن الرجوع بعضنا إلى بعض

6. عندما نتصالح مع الله في سرّ التوبة، نتذوّق قيمة المغفرة والمصالحة، ونشعر أنّنا بحاجة إلى المصالحة مع الآخرين. فصحيح القول: "سلام مع الله سلام مع الخليقة كلّها". وقد أوصانا الربّ يسوع بهذه المصالحة في أكثر من مكان.

أ- في صلاة الأبانا التي علّمها لتلاميذه ونحن نتلوها كلّ يوم، حيث نصلّي: "أغفر لنا ذنوبنا، كما نحن نغفر لمن أخطأ إلينا ... فإن تغفروا للناس زلّاتهم، يغفر لكم أبوكم السماويّ أيضًا. وإن لم تغفروا للناس، فأبوكم أيضًا لا يغفر لكم زلّاتكم"(متى 6: 12 و14-15).

ب- وعند تقدمة الذبيحة لله، يعتبر الربّ يسوع أنّ المصالحة أهمّ من الذبيحة، بل تجعلها مقبولة من الله. فيقول: "إذا كنت تقدّم قربانك على المذبح، وتذكّرت هناك أنّ لأخيك عليك حقدًا، فدع هناك قربانك على المذبح، واذهب أوّلًا فصالح أخاك، ثمّ عد وقرّب قربانك" (متى 5: 23-24). وقال في موضع آخر: "أريد رحمةً لا ذبيحة" (متى 12: 7).

ج- ولمّا سأله بطرس: "كم مرّة، إذا خطئ إليّ أخي، أغفر له، أإلى سبع مرّات؟" فقال له يسوع: لا أقول لك إلى سبع مرّات، بل إلى سبعين مرّة سبع مرّات!" (متى 18: 21-22). بهذا الجواب أكّد الربّ يسوع أنّ المصالحة هي مصدر الفرح الحقيقيّ على قلب من يصالح وقلب من يتقبّل المصالحة، وبخاصّة على قلب الآب السماويّ. وهذا ما يؤكّده الربّ يسوع في معرض حديثه عن الفرح في السماء بعودة خاطئ يتوب. في مثل إيجاد الخروف الضّال (راجع لو 15: 4-7)، وفي مثل إيجاد الدرهم الضائع (لو 15: 8-10)، وفي مثل عودة الإبن الضال (راجع لو 15: 11-23).

7. إنّ أهمّ واجبات الكنيسة، برعاتها وأبنائها وبناتها، إعطاء المثل في عيش المصالحة فيما بينهم ومع الناس، وبخاصّة في حالات الإساءة والشر. فالمصالحة تنبع من الرحمة التي نتعلّمها من الله "الغنيّ بالرحمة" (أفسس 2: 4).

إنّ مجتمعنا اللبناني عامّة والجماعة السياسيّة خاصّة يعانون من انقسامات ونزاعات وبغض وكيديّة يدفع ثمنها لبنان والشعب اللبنانيّ على كلّ المستويات: الإجتماعي والسياسيّ والدستوريّ والماليّ والإصلاحيّ.

فمن واجبنا جميعًا، مع كلّ الأشخاص ذوي الإرادات الحسنة، العمل على إيقاف الخلافات وإزالة أسبابها، وتعزيز الإحترام المتبادل وإعادة الثقة المفقودة بين مكوّنات الوطن. وهكذا نعيش زمن الصوم الكبير المعروف بزمن المصالحات بدءًا من العائلة، مرورًا بالمجتمع، وصولًا إلى الأحزاب والجماعة السياسيّة.

عندما تتحقّق المصالحة والثقة نستطيع أن نتعاون في إعادة بناء الدولة ومؤسّساتها، وإنهاض اقتصادها، وتحريك تجارتها، وإحياء مصارفها وحركتها الماليّة.

ثالثًأ- الصوم زمن الرجوع إلى إخوتنا في حاجاتهم

8. كيف يعيش فرح عيد الفصح إخوتنا وأخواتنا وهم عائشون في قلق فقرهم وحاجاتهم وأوضاعهم الحزينة والمؤلمة. هؤلاء سمّاهم الربّ يسوع "إخوته الصغار"، وقد تماهى معهم في آلامهم وحاجاتهم التّي حدّدها بستّة أنواع: الجوع والعطش والعري والغربة والمرض والأسر، ليس فقط بالمفهوم الجسديّ، بل أيضًا بالمفهوم الروحيّ والنفسيّ والثقافيّ والأخلاقيّ والإجتماعيّ (راجع متى 25: 31-46).

9. هؤلاء الإخوة هم بحاجة إلى مصالحة، إلى مصالحتنا من خلال مساعدتهم الماديّة والروحيّة والأخلاقيّة والمعنويّة.

نصالح الجائع عندما نوفّر له الطعام والسبل لكسبه بعرق جبينه من أجل كرامته. وعندما نؤمّن له ما يجوع إليه كالعلم والعدالة والطموحات.

نصالح العطشان عندما نوفّر له الماء والسوائل. وعندما نؤمّن له ما يروي ظمأه الروحيّ إلى سماع كلمة الله، أو ظمأه الإجتماعيّ إلى عدالة ومعرفة وعاطفة إنسانيّة.

نصالح العريان عندما نوفّر له الثوب والأثاث. وعندما نحمي صيته وكرامته.

نصالح المريض عندما نزوره ونساعده على اقتناء الأدوية، وعلى الإستشفاء ومعالجة وضعه الجسديّ أو النفسيّ أو العقليّ أو العصبيّ، وعندما نعتني باحتياجاته الخاصّة المعروفة بالإعاقة على مختلف أنواعها، ونعمل على انخراطه بمجتمعه بشتّى الطرق، لا سيما بعد نيله الثقافة اللازمة لهذا الإنخراط. وعندما نساعد "المريض" أخلاقيّا كالمتكبّر والبخيل والمدمن على المخدّرات وسواها.

نصالح الغريب عندما نستقبله، وأيضًا عندما يشعر أنّه غريب في بيته وعائلته والمجتمع فنحادثه ونقاربه ونحلّ العقد التي يعاني منها.

نصالح السجين الموقوف وراء القضبان عندما نزوره، ونستمع إليه، ونصغي لحاجاته ونعتني بتوفيرها. ونصالح سجين أمياله أو أشخاص أو إيديولوجيّات أو مواقفه المتحجّرة، عندما نساعده على التحرّر منها.

توجيهات راعويّة

أ- الصوم والقطاعة والاعفاء منهما

10. الصيامُ هو الإمتناع عن الطعام من نصف الليل حتى الظهر، مع إمكانيّة شربِ الماء فقط، من إثنين الرماد (12 شباط) حتى سبت النور مساءً (30 آذار)، باستثناء الأعيادِ التالية: مار يوحنّا مارون (2 آذار)، الأربعون شهيدًا (9 آذار)، مار يوسف (19 آذار)؛ وشفيع الرعيّة؛ وباستثناء السبت والأحد من كل أسبوع، بحسبِ تعليمِ القوانينِ الرسوليّة (سنة 380). ففي السبتِ تذكارُ الخلق، وفي الأحد تذكار القيامة. تستثني هذه القوانينُ سبت النور " لأنّ اليومَ الذي كان فيه الخالقُ تحتَ الثرى، لا يحسنُ الإبتهاجُ والعيد، فالخالقُ يفوقُ جميعَ خلائقِه في الطبيعةِ والإكرام".

11. القطاعة هي الإمتناع عن أكلِ اللَّحمِ والبياضِ طيلة الأسبوع الأول من الصوم، وأسبوع الآلام، وفي كلِّ يومِ جمعة على مدار السنة، ما عدا الفترةَ الواقعةَ بين عيدَي الفصحِ والعنصرة، والميلاد والدنح، والأعياد الليتورجيّة الواجبة فيها المشاركة بالقدّاس الإلهيّ مثل: الميلاد، والغطاس، وتقدمة المسيح إلى الهيكل، ومار مارون، ومار يوسف، والصعود، والرسولين بطرس وبولس، وتجلّي الربّ، وانتقال العذراء إلى السماء، وارتفاع الصليب، وجميع القدّيسين، والحبل بلا دنس، وعيد شفيعِ الرعية.

12. يُعفى من الصَّوم والقطاعة على وجهٍ عامّ المرضى والعجزة الذين يَفرِض عليهم واقعهم الصِّحيّ تناول الطَّعام ليتقوَّوا وخصوصًا أولئك الذين يتناولون الأدوية المرتبطة بأمراضهم المزمنة والذين هم في أوضاعٍ صحِّيَّةٍ خاصَّةٍ ودقيقةٍ، بالإضافة إلى المرضى الذين يَخضَعُون للاستشفاء المؤقَّت أو الدَّوريّ. ومعلومٌ أنَّ الأولاد يَبدَأون الصَّوم في السَّنة التي تلي قربانتهم الأولى، مع اعتبار أوضاعهم في أيَّام الدِّراسة.

هؤلاء المعفيُّون من شريعة الصَّوم والقطاعة مدعوُّون للاكتفاء بفطورٍ قليلٍ كافٍ لتناول الدَّواء، أو لمتابعة الدروس إذا كانوا تلامذةً وطلاباً. المعفيّون مدعوون للتعويض بأعمال خير ورحمة ومحبّة.

ب – القطاعات خارج زمن الصوم الكبير

13. تُمارس القطاعة خارج زمن الصوم الكبير بحسب العادة التقويّة، القديمةِ العهد، والمُحافظِ عليها في جميع الكنائس الشرقيّة، الكاثوليكيّة والأرثوذكسيّة، استعدادًا لأعياد محدّدة وحصرنا كلّ واحدة بأسبوع تسهيلاً للمؤمنين، وهي: قطاعة ميلاد الربِّ يسوع، من 16 إلى 24 كانون الأوّل، وقطاعة القدّيسين الرسولين بطرس وبولُس من 21 إلى 28 حزيران، وقطاعة انتقال السيّدةِ العذراء إلى السماء من 8 الى 14 آب.

ج - الصوم القربانيّ

14. هو الامتناع عن تناول الطعام ابتداءً من نصف الليل قبل المناولة أو على الأقلّ ساعة قبل بدء القدّاس، استعدادًا للإتحاد بالربّ بمناولة جسده ودمه.

الخاتمة

15. الصوم الكبير هو "الزمن المقبول" لدى الله. ولكونه زمن المصالحة بامتياز، فإنّا ندعو للصلاة إلى الله لكي نتعلّم منه، وقد صالحنا بموت ابنه يسوع فداءً عن خطايانا، كيف نعيش بدورنا فرح المصالحة معه، ومع بعضنا البعض، ومع إخوتنا في حاجاتهم.


مع دوام صلاتي ومحبتي وبركتي الرسوليّة.


بكركي، في 9 شباط 2024، عيد أبينا القدّيس مارون

+ الكردينال بشارة بطرس الراعي

بطريرك أنطاكية وسائر المشرق


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